Benito Muñiz Alonso
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Fernando Muñoz posa con dos pelotas de voleibol
Cuando ni se ha cumplido un año desde que Fernando Muñoz fue
nombrado seleccionador nacional de voleibol, a él y a sus chicos les tocará lidiar con varios 'miuras' de Europa, entre los que está Serbia, actual campeona de Europa y Bulgaria, organizadora de este torneo previo a las Olimpiadas. El otro será Eslovenia, con la que los últimos enfrentamientos han sido bastante igualados. Todo ello en el
Preolímpico de Bulgaria, que se celebrará en Sofía.
Consciente de ello, Muñoz, caracterizado por la asunción de las cosas tal y como vienen, ya se ha encargado de transmitir serenidad a
sus pupilos. Esos sí, sin olvidar dejarles claro que será una clasificación dura. Y es que, las cosas claras, quién mejor para dirigir esta empresa que un hombre que ha vivido y vive todavía ligado a este deporte.
Precisamente, "claro" es el adjetivo que mejor define la forma de ser y el trabajo de Muñoz. Lo tiene todo así. Claro, transparente. De hecho sabe perfectamente de la vida del entrenador, de sus peligros, de con quién debe relacionarse más o menos y qué es lo que tiene que hacer o no. Un ejemplo de ello es esa clasificación de directivos de clubes que propone en su
blog: 'el amable', 'el vasallo' y 'la hiena'.
'El amable' se presta a todo pero no aparece nunca, solo "cada dos semanas, que es cuando se juega en casa"; 'el vasallo' es el que vive de manera sumisa respecto al presidente, "pase lo que pase o pase lo que no pase", y 'la hiena', que como dice Muñoz, es el tipo de directivo que "trabaja mucho, siempre se está riendo, pero son los que preparan el camino hacia la guillotina".
Con una forma de ser y de ver la vida y el mundo del voleibol tan clara, parece que Fernando Muñoz se haya criado en este deporte desde su mismísimo nacimiento. Y, precisamente, nacer (Madrid, 1970) puede que haya sido de las pocas cosas que el seleccionador español haya hecho sin estar una pelota de voley cerca. De hecho, a la temprana edad de seis años se mudó a Móstoles, donde comenzó su idilio con esta práctica deportiva. Fue allí, en el Colegio Las Cumbres, donde se inició como entrenador. Desde entonces, su vida ha sido un ir y venir de viajes, equipos, países, títulos y trabajo, mucho trabajo.
Tras comenzar de manera amateur en el
CV Móstoles y el
AD Legamo (de Leganés) se animó a dar un doble salto, al extranjero y al voleibol profesional. Así, se marchó a Italia para entrenar al
Eurosport Brutium Cosenza (Liga B1) para, poco después tornar a España y seguir llevando equipos de primera línea como el Ivesur Eade Málaga, el
Unicaja Almería (donde estuvo cinco años) y el antiguo
Reyal Guadalajara. Clubes donde se le tiene muy alta estima. No hay más que ver las reacciones de todos ellos cuando se confirmó que iba a ser el nuevo seleccionador nacional absoluto.
Cuando cada una de las ciudades y cada uno de los clubes por los que se ha pasado se enorgullece y toma como suyo los logros de uno, quiere decir que en cada lugar esa persona ha sembrado, ha recogido y ha dejado satisfecha a la gente. Y eso es lo que sucede con Fernando Muñoz. A parte de los citados equipos, también el
CMA Soria tomó como logro particular el nombramiento de Muñoz para 'la roja', un equipo al que se marchó tras un existoso paso de cuatro años por una de las ligas más competitivas del mundo, la turca, donde entrenó al
Arkas Spor Izmir.
Y es precisamente esa extensa y fructífera trayectoria la que ha decidido su contratación para el combinado español, pues
Agustín Martín, presidente de la
Real Federación Española de Voleibol (RFEVB), destacó que "reúne todos los requisitos necesarios para dirigir a España", ya que "ha militado en los mejores clubes".
Pero no es sólo el trabajar en grandes instituciones lo que hace que una persona llegue a la cima de su profesión, sino que se precisa de un laborioso desempeño de las labores, y Fernando Muñóz "está trabajando duro", como así reconoció
Antonio Román, alcalde de Guadalajara, que lo conoce desde su paso por el equipo de la ciudad.
Pero pasar por los mejores equipos y trabajar duro no es de lo que vive un entrenador de cualquier deporte. Si algo es lo que le da la vida a los entrenadores, eso son los resultados. Y tras los resultados van los títulos, algo de lo que no está exento el palmarés de Muñoz. Cuatro Superligas españolas, una Liga turca, dos Copas del Rey, una Copa de turquía, dos Supercopas españolas y una Copa Challenge son algunos de los logros de sus equipos. Algo a lo que, además, se puede sumar el nombramiento como mejor entrenador de voleibol de 2002 en España.
Pero aún hay más, una vida ligada a este deporte no sólo queda en el entrenamiento del propio club. De ahí que Muñoz pertenezca y colabore con la RFEVB desde hace más de 15 años. En ellos ha sido profesor del Curso Nacional para Entrenadores, ha trabajado en varias de las categorías inferiores de la selección española y ha sido tercer y segundo entrenador de la absoluta. O sea, como se ha hecho siempre, desde abajo, poco a poco y hasta arriba.
Así pues, con un objetivo claro y la especial tendencia de Muñoz a cosechar títulos allá por donde va, marchará 'la roja' a Bulgaria con el fin de conseguir plaza para
Londres 2012. Una empresa difícil, pero que tiene buen empresario. Muñoz aúna lo mejor de 'la hiena', del 'amable' y del 'vasallo': Constancia, disposición y trabajo. ¡A por ellos!